El Arte de matar
Nota de Super Agencia 86
Un equipo de redactores de Super Agencia 86 ha descubierto a través de una investigación una serie de documentos confidenciales. Ya hemos hecho públicos tres de ellos en los artículos "Corrida de toros", "Cacería de toros", y "Cacería de toreros". Hoy resumimos el "Informe Interno FNE/06/004/ADM".
En el Centro de Control, a la vez que se registraron todos los parámetros biométricos de los participantes y se grabaron por medio de las cámaras ocultas los experimentos, se había habilitado una sala aislada en la que 100 personas que habían sido elegidas aleatoriamente hicieron un seguimiento a tiempo real de las pruebas a través de pantallas panorámicas.
Estas personas, al igual que los participantes de las pruebas, fueron monitorizadas para poder registrar sus alteraciones físicas y emocionales mientras contemplaron los tres experimentos.
El objeto del experimento: conocer si el placer de un torero al matar toros, toreando sin público, era comparable con el placer de ese mismo torero matando toros con escopetas de caza, y comprobar si el placer de esa misma persona podía confrontarse con el placer de capturar humanos de forma similar a la caza mayor.
Mediante el estudio de los resultados se pretendía analizar el por qué del extremado aprecio de la fiesta taurina, la enorme cantidad de amantes de la caza, la coincidencia mayoritaria de gente que gustaba de las corridas de toros y espectáculos en los que el objeto de ella era el toro y que también practicaba la caza, y la extraña conveniencia sin discusión a la hora de denominar "Arte" al asesinato de toros en el toreo y el de animales de todo tipo en la caza y en la pesca deportiva.
Un equipo de redactores de Super Agencia 86 ha descubierto a través de una investigación una serie de documentos confidenciales. Ya hemos hecho públicos tres de ellos en los artículos "Corrida de toros", "Cacería de toros", y "Cacería de toreros". Hoy resumimos el "Informe Interno FNE/06/004/ADM".
En el Centro de Control, a la vez que se registraron todos los parámetros biométricos de los participantes y se grabaron por medio de las cámaras ocultas los experimentos, se había habilitado una sala aislada en la que 100 personas que habían sido elegidas aleatoriamente hicieron un seguimiento a tiempo real de las pruebas a través de pantallas panorámicas.
Estas personas, al igual que los participantes de las pruebas, fueron monitorizadas para poder registrar sus alteraciones físicas y emocionales mientras contemplaron los tres experimentos.
El objeto del experimento: conocer si el placer de un torero al matar toros, toreando sin público, era comparable con el placer de ese mismo torero matando toros con escopetas de caza, y comprobar si el placer de esa misma persona podía confrontarse con el placer de capturar humanos de forma similar a la caza mayor.
Mediante el estudio de los resultados se pretendía analizar el por qué del extremado aprecio de la fiesta taurina, la enorme cantidad de amantes de la caza, la coincidencia mayoritaria de gente que gustaba de las corridas de toros y espectáculos en los que el objeto de ella era el toro y que también practicaba la caza, y la extraña conveniencia sin discusión a la hora de denominar "Arte" al asesinato de toros en el toreo y el de animales de todo tipo en la caza y en la pesca deportiva.
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