Guiño un ojo
Hay instantes no esperados
que resultan agradables.
Otros surgen sonrientes
y prefiero olvidarlos.
Ahora guiño un ojo
y me guío por el tacto,
confiando en el calor
que brota del momento.
que resultan agradables.
Otros surgen sonrientes
y prefiero olvidarlos.
Ahora guiño un ojo
y me guío por el tacto,
confiando en el calor
que brota del momento.
Guiño un ojo. Los Impertinentes.
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