///

///

domingo, 28 de marzo de 2010

El juego era otro

Violeta Candelas se había propuesto medir la resistencia de su cuerpo.


Después de seis días sin dormir bajó las persianas, apagó el móvil, desconectó la electricidad y se acurrucó en la cama convencida de haber superado su reto.


Once días después, y habiendo acabado con todos los somníferos que tenía en casa, desesperaba poder dormir.


Superada por sí misma lloraba.