Si:
- Contamos los trabajadores despedidos por una gran mayoría de empresas ejemplares que siguen yendo a trabajar todos los días, más horas, cobrando en NEGRO su sueldo reducido, y que además reciben del Estado el subsidio del paro.
- Contamos los autónomos provenientes de la construcción que ahora están en el paro, pero que siguen trabajando, especialmente los fines de semana, cobrando en NEGRO.
- Contamos las señoras de las casas de los barrios de Salamanca de las grandes ciudades, que piensan que trabajar es dar órdenes al servicio y que, por recomendación de sus maridos peperos, se apuntan al paro para seguir sumando.
Empezamos a comprender el porqué de que esos 420 € mensuales del programa temporal de protección por desempleo e inserción que el Gobierno amplía como cobertura económica a desempleados que agoten su prestación o subsidio y carezcan de rentas superiores al 75% del Sueldo Mínimo Interprofesional no quiera cobrarlo todo el mundo.
Según el Ministerio de Trabajo, ese dinero pueden cobrarlo 340.000 desempleados de larga duración porque cumplen todos los requisitos.
De esos 340.000, tan sólo un total de 52.252 personas solicitaron hasta el 30 de septiembre la ayuda de 420 euros a la que tienen derecho.
¿Cómo se explica esto? Cuando alguien se encuentra en una situación tan extrema, 420 € no es una cantidad como para no ir a cobrarla. A no ser que el único requisito que no pueden cumplir sea la obligación de participar en un programa de inserción, que mejorará sus capacidades y competencias profesionales… y claro, quién va a poder hacer esos cursos con la cantidad de trabajo que tiene cada día.
No hay tiempo para todo señores del Gobierno.