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viernes, 17 de agosto de 2007

Régimen de preguntas

Hoy me ha dicho que cada día estoy más insoportable.

"... Que qué quieres desayunar, que qué quieres de comer, que qué quieres para cenar".

¡Hasta el moño de tanta pregunta inútil, pon comida en la mesa y déjame en paz! Tengo cosas más importantes que hacer que ponerme a pensar en tonterías. Si trabajaras te darías cuenta de lo estúpido que resultas.

Y tiene razón. No volveré a preguntar. Me limitaré a poner en la mesa un enorme montón de botellas de cerveza.

Desayunos, comidas, y cenas de cerveza. Quizás algún día ponga vino. Pero antes lo preguntaré.



5 comentarios:

Eduardo dijo...

Primero, indigestión de cerveza. Tras eso las preguntas no deberían ser un problema.

lubna dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
lubna dijo...

lubna dijo...
Je, y yo cocinando alubias desde el punto de la mañana, jajajajajaj Lubna

Anónimo dijo...

es que cuando son ellas las que trabajan, se ponen imposibles, no les gusta que nos quedemos en casa para perder un par de horas en cuidar la casa y que tengamos el resto del tiempo libre. Nos consideran vagos. No les gusta que sus amigos nos vean demasiado. Las avergonzamos y se exasperan.

¡Me encanta tu método! (porque además me encanta comer de las sobras y de lo que otros se dejan).

ese dijo...

Lubna

¡Vaya sorpresa!

Me alegra saber que te paseas, de vez en cuando, con el ordenador a cuestas.

Si haces alubias yo aporto el vino.

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nan

Lo cierto es que soy un vago.

Me encantaría trabajar... pero no me sale bien.
Me encantaría tener ideas... pero no se me ocurren.
Me encantaría tener amigos... pero se me olvidan por el camino.

¿Te apetece algo para tomar? El menú lo preparo sin preguntas.