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lunes, 27 de agosto de 2007

Comer en casa

Me llamo Pío y soy vegetariano de segunda boca.

Fui educado para continuar con la tradición. Los Crúdez sólo comemos alimentos muy frescos.

De pequeño me quedé con ganas de saber a qué sabían esos bollos de bonitos colores y formas sugerentes que llevaban los compañeros de colegio, pero ahora, ya mayor, agradezco a mis padres su empeño.

Cierto que nuestra particular forma de comer me ocasiona algunos inconvenientes: Nunca encuentro restaurantes. No puedo estar fuera de casa más de diez días seguidos porque ayunar más tiempo me produce alucinaciones. Mi relación con la gente es bastante superficial. Ya tengo asumido que tendré que casarme con alguna de mis primas. Hasta he llegado a sentirme diferente alguna vez.

A pesar de todo, me causa una insoportable repugnancia ver a alguien comiendo algo cocinado.

¿Habrá algo más delicioso en el mundo que morder el cuello a una ternera viva, que siempre se ha alimentado de cereales y pastos frescos?

Donde mejor se come es en casa.


1 comentario:

almu dijo...

como en casa de otro en ningún sitio