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jueves, 15 de febrero de 2007

Uñas de 9 pulgadas

Ayer actuaron NIИ en Madrid, en la sala Riviera.


Como se habían vendido todas las entradas, se amplío un día más su estancia en la ciudad y hoy volverán a actuar en el mismo sitio.

Antes de entrar me extrañó encontrar un montón de revendedores. Pensé que quizás se habían hecho los dueños de las entradas y que la sala iba a estar vacía. Pero me equivoqué. Lleno absoluto.

Y concierto inolvidable. Fuerza, elegancia, sobriedad, y al mismo tiempo perfección y calor en la interpretación, sonido, y luces.

Hacía mucho tiempo que no asistía a un concierto tan intenso.

Cuando salí, pensé que había disfrutado tanto que, al encontrarme con uno de los revendedores de entradas que me habían entrado al llegar le pregunté si aún tenía entradas y me contestó que sí.

  • ¿Cuántas quieres para mañana?
  • No, me he explicado mal. Te pregunto si te quedan entradas para el que acaba de terminar.
  • No sé por qué lo dices, pero sí, me he quedado sin vender una.
  • Pues la quiero.
  • ¿Estás borracho?
  • No, sólo quiero la entrada que no has vendido. Te pago la mitad de lo que vale. Tú pierdes la mitad de lo que te ha costado, pero no pierdes todo, y yo pago la mitad de lo que cuesta, pero ya ha terminado el concierto.
  • Tío, no sé si me quieres vacilar, pero te la vendo.

Y me fui de allí, aún más contento todavía.

He pagado entrada y media por un concierto que ha valido por dos.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese, si siempre es asé tu punto de vista sobre las cosas, no solo eres único sino que además eres genial.

ese dijo...

Hola Magapola.
El asunto es que soy muy frágil y me dejo llevar fácilmente por las emociones.

Es más divertido.