///

///

lunes, 19 de febrero de 2007

¡Ah! Se siente

Si no votas, luego no exijas.

Ni pensiones, ni sueldos justos, ni fondos de compensación, ni ayudas económicas, ni paro, ni garantías democráticas, ni justicia, ni más funcionarios que trabajen para ti, ni más bomberos, ni policías, ni transportes públicos, ni ayudas europeas, nacionales, o autónomas, ni protestes por lo que hacen los políticos, ni más fondos para la educación, o la sanidad, o para infraestructuras...

La democracia no es lo tuyo.

Seguramente necesitas que otros decidan por ti.

¿Prefieres el totalitarismo?

Ése es tu problema íntimo e inconfesable.


2 comentarios:

Carlos Añejo dijo...

Bueno, yo personalmente no exigo basándome en si he votado o no, lo hago basándome en que pago mis impuestos religiosamente.

Además, votar es un derecho, pero que el gobierno de turno te protega y asista (le hayas votado o no, hayas votado o no) es una obligación.

Saludos.

ese dijo...

Sí, es cierto lo que dices.

Es un derecho votar y una obligación del Estado el protegerte.

Pero, desgraciadamente, depende de qué Gobierno esté en el mando, tus impuestos se emplean de una u otra forma.

Por eso es tan importante votar.

No todos lo hacen igual, ni tienen las mismas prioridades.