Texturas animales
Nota de Super Agencia 86
Jay Svannson, el polémico artista de nacionalidad sueca, presentará su nueva instalación sonora en el museo Berlin Art Diary el 23 de mayo de 2007.
Diversas asociaciones pro defensa de los derechos de los animales han remitido cartas a los comisarios del museo y al Ayuntamiento de Berlín a fin de que no se permita la realización de su performance.
En una entrevista a la que tuvimos acceso, Jay Svannson explicó a grandes rasgos en que consistirá su próxima instalación.
"Huyo de la artificialidad de los timbres que estamos acostumbrados a escuchar en las composiciones contemporáneas. Utilizo las nuevas herramientas informáticas para la creación musical y supedito ésta a la formación de texturas animales. En mi próxima instalación, "Cat Layers", disparo por medio del software instalado en el ordenador, samplers grabados por mí de ronroneos, bufidos, gruñidos, maullidos, cantos de pájaros y ladridos de perro.
Con estas muestras construyo una base rítmica que se va modificando aleatoriamente por medio de la colocación, en el espacio en el que se realiza la intervención, de células fotoeléctricas que con la interferencia del espectador activan o desconectan temporalmente alguno de los componentes de los ritmos.
El público, no sólo modifica el ritmo, sino que, y ésta es la parte más interesante de la instalación sonora, puede crear melodías vivas.
Para esta instalación cuento con la ayuda de doce ayudantes: 5 gatos negros de raza Bombay y 7 gatos blancos de raza Rex.
Estarán dispuestos de tal forma que visualmente asemejen las teclas de una octava de piano. Los Rex serán los tonos naturales y los gatos Bombay serán los sostenidos.
He tardado cerca de medio año en enseñarles a maullar en un determinado tono y que tan sólo lo hagan en ése. Cada uno maulla en un semitono diferente.
De esta forma, entre los doce gatos se puede crear una melodía completa aunque nada más abarcan una octava.
Cada uno de mis 12 ayudantes va provisto de un micrófono inalámbrico que conectado directamente al ordenador permite que con el empleo de un software de autoafinación a tiempo real pueda, además de corregir un posible desvío de la entonación, también subir o bajar el tono hasta 2 octavas sin error por medio del pitch stretching, y cuantizar el tempo de cada nota para que se coloque automáticamente en el intervalo de compás más próximo a la semicorchea en la que ha sido emitido el maullido.
Mis gatos irán colgados de unas gomas elásticas por el rabo. Los espectadores del evento, al tirar de la cabeza de ellos hacia abajo, provocará que el gato en cuestión emita uno y tan sólo un maullido.
Si el público que asiste a la instalación posee de algún conocimiento simple musical, puede crear melodías complicadas, ya que los maullidos, además de ser procesados por la autoafinación, pitch stretching y cuantización instantánea en cada compás, pasarán a través de un secuenciador que sincronizado al mismo tempo que el ritmo de texturas animales formará un Groove vivo y orgánico.
Estoy incorporando música a las esculturas vivas."
Jay Svannson, el polémico artista de nacionalidad sueca, presentará su nueva instalación sonora en el museo Berlin Art Diary el 23 de mayo de 2007.
Diversas asociaciones pro defensa de los derechos de los animales han remitido cartas a los comisarios del museo y al Ayuntamiento de Berlín a fin de que no se permita la realización de su performance.
En una entrevista a la que tuvimos acceso, Jay Svannson explicó a grandes rasgos en que consistirá su próxima instalación.
"Huyo de la artificialidad de los timbres que estamos acostumbrados a escuchar en las composiciones contemporáneas. Utilizo las nuevas herramientas informáticas para la creación musical y supedito ésta a la formación de texturas animales. En mi próxima instalación, "Cat Layers", disparo por medio del software instalado en el ordenador, samplers grabados por mí de ronroneos, bufidos, gruñidos, maullidos, cantos de pájaros y ladridos de perro.
Con estas muestras construyo una base rítmica que se va modificando aleatoriamente por medio de la colocación, en el espacio en el que se realiza la intervención, de células fotoeléctricas que con la interferencia del espectador activan o desconectan temporalmente alguno de los componentes de los ritmos.
El público, no sólo modifica el ritmo, sino que, y ésta es la parte más interesante de la instalación sonora, puede crear melodías vivas.
Para esta instalación cuento con la ayuda de doce ayudantes: 5 gatos negros de raza Bombay y 7 gatos blancos de raza Rex.
Estarán dispuestos de tal forma que visualmente asemejen las teclas de una octava de piano. Los Rex serán los tonos naturales y los gatos Bombay serán los sostenidos.
He tardado cerca de medio año en enseñarles a maullar en un determinado tono y que tan sólo lo hagan en ése. Cada uno maulla en un semitono diferente.
De esta forma, entre los doce gatos se puede crear una melodía completa aunque nada más abarcan una octava.
Cada uno de mis 12 ayudantes va provisto de un micrófono inalámbrico que conectado directamente al ordenador permite que con el empleo de un software de autoafinación a tiempo real pueda, además de corregir un posible desvío de la entonación, también subir o bajar el tono hasta 2 octavas sin error por medio del pitch stretching, y cuantizar el tempo de cada nota para que se coloque automáticamente en el intervalo de compás más próximo a la semicorchea en la que ha sido emitido el maullido.
Mis gatos irán colgados de unas gomas elásticas por el rabo. Los espectadores del evento, al tirar de la cabeza de ellos hacia abajo, provocará que el gato en cuestión emita uno y tan sólo un maullido.
Si el público que asiste a la instalación posee de algún conocimiento simple musical, puede crear melodías complicadas, ya que los maullidos, además de ser procesados por la autoafinación, pitch stretching y cuantización instantánea en cada compás, pasarán a través de un secuenciador que sincronizado al mismo tempo que el ritmo de texturas animales formará un Groove vivo y orgánico.
Estoy incorporando música a las esculturas vivas."
1 comentario:
¿Se podrá quemar el instrumento después de interpretar alguna pieza, no sé, Great Ball of Fire o algún tema de Jimi Hendrix, o va a ser que tanto maullido de dolor, muerte, y destrucción es un poco cruel para el público infantil?.
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