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sábado, 5 de enero de 2008

Queridas Majestades:

Hace más de veinte años que nos os pasáis por mi casa. Supongo que es debido a mi comportamiento: No es el adecuado de una persona sensata. Pero, como ya sabéis, no puedo contenerme y en lugar de razonar e intentar mantener una conversación amigable con la gente que no me cae bien, sin saber porqué, en vez de hablar y escuchar, ladro y escupo.

Este año tampoco me he portado bien. He sido realmente desagradable. Según voy creciendo disfruto más con ello.

Pero opino que esto no es excusa para que unos reyes tan espléndidos como presumís de serlo no tengáis en cuenta el trabajo que supone actuar de la manera en que lo hago.

Sería mucho más fácil dar la razón a cualquiera. Evitaría innumerables situaciones incómodas, tensas, violentas... en fin, fuera de tono y que ocasionan disgustos.

Y tendría algún amigo. Esta maldita obsesión por no aguantar dentro de la cabeza lo que pienso de la persona con la que hablo no es la mejor manera de ganarte amistades.

Ya. Ya sé que si no hago por cambiar seguiré siendo castigado sin regalos. Y también sé que nunca traéis todo lo que os pido. Bueno, para ser honestos, ya nunca traéis nada. Estoy acostumbrado a ello y conozco las normas, por ello este año he incluido un solo deseo en la lista que anualmente os envío.

Y como también sé que habiéndome portado especialmente mal y además prometiendo hacerlo aún peor cada día de este año tan largo que acaba de empezar, estoy convencido de que vais a regalarme justamente lo que os pido.

Queridos Reyes Magos:

Este año me gustaría que os olvidarais de mí.

Afectuosamente.

ese

1 comentario:

Anónimo dijo...

claro que tendrás regalo