Sin motivo alguno
Cada día hay más gente violenta.
El martes pasado mi vecino lanzó el televisor contra la pared que da con el dormitorio de mi casa e hizo un agujero.
Y a continuación, bramando, se lanzó de cabeza por la grieta.
Menudo susto. Saltamos como dos pulgas de la cama.
Ahí se quedó encajado, igual que un trofeo de caza, mirándonos como si quisiera preguntar algo.
Clarita, su chica, me confesó mientras se vestía y llegaban los bomberos que siempre había sido un exagerado.
El martes pasado mi vecino lanzó el televisor contra la pared que da con el dormitorio de mi casa e hizo un agujero.
Y a continuación, bramando, se lanzó de cabeza por la grieta.
Menudo susto. Saltamos como dos pulgas de la cama.
Ahí se quedó encajado, igual que un trofeo de caza, mirándonos como si quisiera preguntar algo.
Clarita, su chica, me confesó mientras se vestía y llegaban los bomberos que siempre había sido un exagerado.
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