Potaje de pascua
Receta para 6 creyentes
El jueves santo por la mañana pones en un bol con agua el bacalao en salazón, lo introduces en la nevera y le cambias el agua por la tarde y luego por la noche.
La noche del jueves pones en remojo en un bol con agua fría los garbanzos y las judías blancas.
En la mañana del viernes santo, después de las oraciones y la ducha, te vas a la cocina dispuesto a cocinar siguiendo el mandato eclesiástico de la abstinencia de comer carne.
Calienta el aceite en una olla a presión, echa los piñones, espera a que cojan color y pon el ajo y a continuación la cebolla también picada. Espera un poco para añadir los tomates picados y la cucharadita de azúcar. Completa el sofrito en unos 10 minutos.
Echa en la olla al menos 1 litro de agua, luego lo rectificarás. En ese momento pon las espinacas congeladas y calientas el agua para poder poner dentro de la olla los garbanzos, las judías y las zanahorias partidas en trozos grandes.
El bacalao te interesa ponerlo en trozos que no sean ni pequeños ni grandes y sin quitar la piel.
Añade agua caliente hasta cubrirlo todo.
En el último momento pon la hoja de laurel, el perejil, el azafrán, el comino molido y el pimentón. Lo mueves y cierras la olla.
Dependerá de la olla que tengas llevará más o menos tiempo.
Aproximadamente calcula 1 hora.
Mientras se hace el potaje cuece 1 huevo, lo picas y reservas.
Cuando pase el tiempo de cocción, abre la olla, coge un par de trozos de bacalao, unos pocos garbanzos y algunas judías.
En un bol bate 1 huevo, pon un poco de miga de pan, añade el bacalao picado y los garbanzos y judías machacados con un tenedor. Con todo ello haz bolitas, las pasas por el pan rallado y las fríes en una sartén.
Cuando las tengas fritas, ponlas en el potaje, añades el huevo cocido picado, lo remueves con cuidado y ya sin tapar la olla lo dejas en ebullición lenta unos 15 minutos.
Unos 20 minutos antes de la comida, pones a calentar la olla sin tapar a fuego lento.
Es aconsejable acompañarlo de un vino tinto que sea del agrado de todo el mundo.
Igualmente es preceptivo orar antes de empezar a comer.
(Nota para tranquilidad de los católicos rigurosos)
Aunque sea viernes santo y no se pueda comer carne, un bacalao no tiene patas ya que vive en el mar y no se considera litúrgicamente carne. De los huevos, como aún son fetos de un animal vivo y no queremos entrar hoy en discusiones acerca de cuándo se considera que comienza la vida, pensaremos que al no ser estrictamente un pollo o gallina, ya que aún no ha nacido, cumple escrupulosamente con la norma cristiana de no comer carne.
- Aceite
- 1 puñado de piñones crudos
- 2 dientes de ajo
- 2 cebollas
- 2 tomates maduros
- 1 cucharadita de azúcar
- Agua
- 1/2 Kg. de espinacas congeladas
- 350 gr. de garbanzos
- 100 gr. de judías blancas
- 300 gr. de lomos de bacalao salado
- 2 zanahorias
- 1 hoja de laurel
- Perejil picado
- Azafrán
- Comino molido
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 huevo cocido
- 1 huevo crudo
- Miga de pan
- Pan rallado
El jueves santo por la mañana pones en un bol con agua el bacalao en salazón, lo introduces en la nevera y le cambias el agua por la tarde y luego por la noche.
La noche del jueves pones en remojo en un bol con agua fría los garbanzos y las judías blancas.
En la mañana del viernes santo, después de las oraciones y la ducha, te vas a la cocina dispuesto a cocinar siguiendo el mandato eclesiástico de la abstinencia de comer carne.
Calienta el aceite en una olla a presión, echa los piñones, espera a que cojan color y pon el ajo y a continuación la cebolla también picada. Espera un poco para añadir los tomates picados y la cucharadita de azúcar. Completa el sofrito en unos 10 minutos.
Echa en la olla al menos 1 litro de agua, luego lo rectificarás. En ese momento pon las espinacas congeladas y calientas el agua para poder poner dentro de la olla los garbanzos, las judías y las zanahorias partidas en trozos grandes.
El bacalao te interesa ponerlo en trozos que no sean ni pequeños ni grandes y sin quitar la piel.
Añade agua caliente hasta cubrirlo todo.
En el último momento pon la hoja de laurel, el perejil, el azafrán, el comino molido y el pimentón. Lo mueves y cierras la olla.
Dependerá de la olla que tengas llevará más o menos tiempo.
Aproximadamente calcula 1 hora.
Mientras se hace el potaje cuece 1 huevo, lo picas y reservas.
Cuando pase el tiempo de cocción, abre la olla, coge un par de trozos de bacalao, unos pocos garbanzos y algunas judías.
En un bol bate 1 huevo, pon un poco de miga de pan, añade el bacalao picado y los garbanzos y judías machacados con un tenedor. Con todo ello haz bolitas, las pasas por el pan rallado y las fríes en una sartén.
Cuando las tengas fritas, ponlas en el potaje, añades el huevo cocido picado, lo remueves con cuidado y ya sin tapar la olla lo dejas en ebullición lenta unos 15 minutos.
Unos 20 minutos antes de la comida, pones a calentar la olla sin tapar a fuego lento.
Es aconsejable acompañarlo de un vino tinto que sea del agrado de todo el mundo.
Igualmente es preceptivo orar antes de empezar a comer.
(Nota para tranquilidad de los católicos rigurosos)
Aunque sea viernes santo y no se pueda comer carne, un bacalao no tiene patas ya que vive en el mar y no se considera litúrgicamente carne. De los huevos, como aún son fetos de un animal vivo y no queremos entrar hoy en discusiones acerca de cuándo se considera que comienza la vida, pensaremos que al no ser estrictamente un pollo o gallina, ya que aún no ha nacido, cumple escrupulosamente con la norma cristiana de no comer carne.
4 comentarios:
...mmmmm, potaje, delicioso. Excelente receta y no menos su explicación, ¡me la apunto! :-)
Tiene una pinta fabulosa, miau!!
Me relamo pensando en la siesta de después: tripa llena + conciencia vacía.
En serio que, en cuánto he comenzado a leer, me esperaba alguna salida por peteneras, pero no. Es una receta muy apetitosa, me la apunto.
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