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martes, 24 de abril de 2007

Digitalizado públicamente

Nota de Super Agencia 86

Salvador Gondorilla Aguado-Encinas, natural de Toledo, ha sido condenado por el Tribunal Último de Propiedad Musical (TUPM) a ser digitalizado públicamente.

En el juicio quedó demostrado con la declaración de varios testigos que en una reunión parroquial afirmó con rotundidad que antes de inventarse el CD la libertad de la que disfrutaba era mayor.

El cadalso será instalado en la Plaza Mayor de Madrid y la digitalización pública tendrá lugar el próximo 1 de mayo a las 19:00 horas.

Únicamente se permitirá arrojar al penado CD piratas sin envoltura de plástico.

La entrada al acto será gratuita y los menores de 7 años podrán participar si van acompañados de sus padres o tutores.


3 comentarios:

mikto kuai dijo...

Pues no es moco de pavo que te conviertan a ceros y unos, a mi entender, y viendo de qué se acusa a don Gondorilla Aguado-Encinas, me parece bastante desproporcionada la condena, qué demonios, de hecho, no hay desproporción alguna sino despropósito del tribunal.

Realmente tengo una duda, ¿va a ser digitalizado? o ¿sólo se le arrojarán cedes piratas?, o ¿ambas cosas?, de una u otra opción depende mi asistencia (si sólo se le arrojan cedes no pienso ir, demasiada morbosidad, pero si lo transforman a ceros y unos sí que me gustaría asistir para ver cómo es eso).

ese dijo...

Mikto, me parece que no te va a gustar el espectáculo. A fuerza de cedazos el reo pasa de 1 a 0 en cuestión de poco más de dos horas. No se convierte en un algoritmo binario; simplemente pringa.

Lo de digitalización es un eufemismo para no hablar de pena capital.

En un principio decidieron utilizar el término de "cedación" pero, al resultar un tanto compasivo, los legisladores del TUPM que redactaron las nuevas leyes antipiratería prefirieron el de digitalización, que además venía bien con el eslogan que utilizaban en aquel entonces: "la copia digital merece un castigo".

mikto kuai dijo...

Vaya, está claro que he subestimado al Tribunal, yo pensando en un mero castigo y va a resultar que es toda una condena "ejemplar", y bastante desagradable. Definitivamente no voy. Por cierto, por si sirviera de algo, aunque me temo que no: "¡Yo soy Espartaco!".