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lunes, 22 de diciembre de 2008

Son alas. No plumas

Un soldado de la Guardia Suiza, encargado de vigilar los movimientos de la excelsa entidad divina, entregó hace una semana un informe al Papa Benedicto XVI que incluía en uno de sus párrafos:


"Con la inocencia propia de su virtud, el Espíritu Santo ha pedido en su carta a los Reyes Magos un cambio de sexo".


Según fuentes cercanas al Vaticano, el Papa Ratzinger ha discutido con el Espíritu Santo y le ha amenazado con decretar que si no cambia de actitud, a partir de ahora será considerado tan sólo como un ángel.


1 comentario:

NáN dijo...

Mira, es que uno puede ser un buenazo, pero si dejas que los subordinados se te suban a la tiara, todo se convierte en caos.

Yo, que no soy tan bueno, le habría amenzado con comérmelo con patatas.

Menos mal que tenemos en Roma una autoridad que ni Dios se atreve a rechistar.