Encontronazo
- Mala cara tienes.
- ¿Es una consulta gratis?
- ¿Quieres tenerla peor?
- ¿Vas a invitarme a una juerga?
- Qué callado lo teníais.
- Paula y yo somos unos caballeros.
Intenté seguir el camino pero Mr. Proper me agarró del brazo.
- ¿Dónde vas tan deprisa?
- Al bar. ¿Os venís?
- Mejor vamos a un sitio más tranquilo.
- ¿Más que el bar antes de que acabe la misa?
- Nos damos mejor un paseo en coche.
- ¿Todos juntos de excursión dominguera?
- Tú y yo solos.
- Cariño, te quiero mucho pero preferiría ir con tu mujer.
- Sigue con tus gracias.
- Gracias las tuyas, machote.
Menos mal que resultó ser tan torpe como grande y cuando intentó golpearme, simplemente, me aparté y salí corriendo.
- Una caña Tomás. Y un par de banderillas.
- ¿Nochecita?
- Mañanita.
- ¿Por qué no estás en la iglesia?
- He tenido que salir espantado de ella.
- Cada día te pasas más. La que te va a armar tu padre.
- Este pueblo se está haciendo muy aburrido.
- Anoche preguntó por ti el doctor. Muy cabreado. Iba acompañado de un tipo enorme.
- Mr. Proper.
- Ése. Sabía que le conocía. El de los anuncios.
- Pero en animal.
- Cuántas veces te habré dicho que lo de Paula te iba a traer problemas. ¿Mr. Proper es un matón contratado por el doctor?
- Pienso que es cosa de su chica. La conocí hace poco.
- No escarmientas. Anda, tómate otra caña y ve a dormir.
- No sabes cómo tengo la casa. La han destrozado.
- Pues a la mía no puedes ir. Sabes que la Luisa no te aguanta.
- No te preocupes. Ahora voy a casa de mi padre para comer con él igual que todos los domingos y me quedaré allí esta noche. Mañana me pondré a arreglar los desperfectos y ordenar un poco la casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario