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domingo, 29 de octubre de 2006

C - Pensando en la fuga

Con el paso de las semanas fue perdiendo la cojera y empezó a sentirse mejor.

Vagaba por el campamento imaginando la forma de salir de allí.

En el viaje que tuvieron que hacer desde el norte de África hasta llegar al lugar donde se encontraba el campamento, el batallón contó con la ayuda de tribus nómadas que conocían muy bien todos los desiertos que, encadenados, llegaban hasta las regiones que los franceses pretendían conquistar.

Todo ese territorio, gobernado por el sultán negrero recién vencido, era la zona en la que compraban los esclavos.

Los europeos se habían valido de algunas tribus africanas para capturar y transportar hasta la costa a otros africanos, que serían vendidos como esclavos, a cambio de armas, para ser distribuidos por América y Europa principalmente.

Aunque la esclavitud se había abolido hacía unas décadas, de hecho, simplemente se había modificado la forma de llamarla. Ahora se hablaba, con eufemismo, de exportación de trabajadores libres. Trabajadores, que estos ejércitos negreros vendían a los franceses, para ser llevados a las islas que tenían por todo el mundo.

Los bagirmi que habían luchado junto a los franceses, lo hicieron para evitar que sus tribus se quedaran sin jóvenes ni mujeres. Habían estado a merced de estos ejércitos negreros durante siglos y el futuro de su raza no estaba asegurado.

Louis, para escaparse del campamento, tendría que conseguir uno o dos guías, caballos, agua y alimentos. Para ello, tenía que convencer a un par de hombres a fin de que le llevasen a un lugar desde el cual unirse a una caravana que atravesase los desiertos en dirección norte.

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